martes, 21 de diciembre de 2010

DECLARACIÓN PÚBLICA FEUC FRENTE A LA REFORMA DE LA EDUCACIÓN


Aprobada hoy en el consejo extraordinario:


La Educación chilena es conscientemente estructurada por las clases sociales

Como Consejo de la Federación de Estudiantes de la Universidad Católica, ante la propuesta de Reforma Educacional que impulsa el Ministro de Educación Joaquín Lavín y el Presidente de la República, declaramos lo siguiente:

Creemos que la reforma propuesta no enfrenta las causas estructurales de la crisis de la educación chilena. A nuestro juicio las vemos  reflejadas en un marco regulatorio que no garantiza el derecho a la educación en la Constitución ni en las leyes orgánicas fundamentales como la LOCE o la LGE. ACÁ ME CUESTA UNIRLAS En un modelo de administración que recae en municipalidades que carecen de los recursos financieros y humanos para gestionar los establecimientos públicos y en la precarización de la formación docente y del rol del profesor en el aula.

Este modelo educacional favorece a quienes más tienen y perjudica a quienes son más vulnerables. Asimismo genera(agrava) una competencia que trae consigo la segmentación educativa y la privatización de la educación escolar; primando la libertad de empresa y el lucro con recursos estatales por encima de las oportunidades de aprendizaje.

Las medidas centrales propuestas en esta reforma por parte del Ministerio de Educación tienen un claro sesgo economicista; por un lado vemos la segregación en el profesorado según quienes rinden adecuadamente una prueba, INICIA, que no es un predictor de buen desempeño docente futuro pues sólo mide conocimientos. Por otro lado, se pone un énfasis desmedido en las pruebas estandarizadas, como el SIMCE y la PSU ,que tienen un sesgo socioeconómico y perjudican la enseñanza al centrarse en ellas todos los resultados del aprendizaje.

Este juicio no es sólo nuestro, James Heckman, Premio Nobel de Economía señala que estas medidas han sido un rotundo fracaso en los Estados Unidos, instauradas en la ley “Ningún niño se queda atrás” en lo referido a calidad y equidad, pues "los niños están aprendiendo sólo lo que es testeado; literalmente la enseñanza en los colegios y el proceso entero de educación han sido corrompidos para enseñar para las pruebas. Como resultado, yo creo que se ha dañado el sistema escolar”. (CITA ENCAJADA)

Algunas de las propuestas atentan directamente contra los establecimientos más vulnerables. Por eso rechazamos el “semáforo de Lavín”, pues no mejora en nada la calidad de la educación y estigmatiza a los establecimientos. También criticamos la creación de liceos de excelencia a los que sólo podrá acceder una minoría de los estudiantes de la educación pública.

Por otro lado, y aunque no está en el Proyecto de Ley pues es materia de decreto, no podemos dejar de manifestar nuestra preocupación sobre la potencial disminución de las horas de Historia y Ciencias Sociales y Educación Tecnológica, quedando a merced de cada establecimiento el mantenimiento de la actual carga horaria de estas asignaturas. Esto no es hacerse cargo de una educación integral, que forme ciudadanos. Tenemos la seguridad que ante las distintas expresiones de estudiantes, profesores y apoderados, el Gobierno sabrá tomar la sabia decisión de dejar sin efecto esta medida.

        Los niños, niñas y jóvenes que se educan en Chile no merecen una ley de educación discutida entre cuatro paredes sin participación ciudadana, como fue la Ley General de Educación el 2008. Esta vez, puede ser diferente y podemos construir un marco legal que refleje el anhelo de la mayoría de los chilenos: educación para todos, de calidad y sin discriminación. Condenamos el uso de mecanismos constitucionales para acelerar una discusión que requiere más profundidad y participación.

Si bien a primera vista hay medidas que son positivas, el problema radica en que esta iniciativa del Ejecutivo no resuelve los problemas estructurales y profundiza un modelo ha tendido a perpetuar la enorme desigualdad social presente en nuestro país. Por eso el llamado es a los parlamentarios para que rechacen este proyecto de ley y se abra un debate nacional en el que se dialogue y se generen verdaderos consensos en torno a la necesidad de una educación de calidad para todos y no solo para quienes pueden pagarla.
        
        FEDERACIÓN DE ESTUDIANTES DE LA UNIVERSIDAD CATÓLICA DE CHILE - FEUC

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