Nueva Acción Universitaria

Principios

La Nueva Acción Universitaria es un movimiento político de estudiantes de la Universidad Católica de Chile que nace en el seno de una universidad cada vez más alejada de la realidad nacional, que ha perdido presencia en la discusión pública y que cuenta con un preocupante estado de su política universitaria. Hemos decidido agruparnos con el fin de reinstalar el debate y producir cambios sustantivos en nuestra universidad y el país. Nos concebimos como un movimiento político activo, propositivo, autónomo, tolerante, pluralista, progresista y profundamente democrático.
Somos firmes defensores del rol central del estudiante universitario dentro de nuestra misma casa de estudios y en la sociedad. Este rol debe ser reconsiderado, de modo que el estudiante pueda aportar desde ya con sus capacidades, ideas y sueños. Creemos que la universidad mejora cuando en su construcción participan los distintos miembros que la constituyen. Por este motivo es que perseguiremos la concreción de nuevas formas de participación estudiantil en los distintos ámbitos universitarios.
La Nueva Acción Universitaria busca ser un real intérprete de los anhelos y aflicciones del estudiantado dentro de la universidad, por este motivo es que nuestro trabajo se orientará hacia las necesidades y preocupaciones de nuestros estudiantes.
Nuestra razón de ser se basa en creer fuertemente en la política como actividad indispensable de la sociedad. Por lo tanto, rechazamos enérgicamente los postulados que la conciben como una actividad de la que debemos alejarnos, sin perjuicio de que muchas veces los comportamientos éticos de algunos que la practican distan mucho de ser los ideales. Donde quiera que exista una comunidad de personas existirán diferentes visiones de bien común, la actividad política existe inevitablemente en tales circunstancias, aunque no siempre de manera explicita. Como movimiento aspiramos a construir una mayoría estudiantil que logre comprometer el destino de nuestra universidad con la justicia social, la libertad de las personas y la democracia representativa.
Creemos necesario y vital para nuestra Universidad, que exista un nuevo enfoque de la política universitaria, donde ésta no sólo sea un modo de representación de los estudiantes, sino que también pilar de identidad de la misma. La política universitaria se basará por sobre todas las cosas en la responsabilidad y consecuencia con nuestros principios. La construcción de universidad no se puede hacer sólo en base a la denuncia, se debe construir uniendo a la denuncia propuestas concretas y responsables.
Reconocemos la falta de propuestas por parte de los movimientos políticos en el ámbito académico, lo que refleja su falta de responsabilidad en el proceso educativo. Creemos en el estudiante como actor educativo del cual pueden surgir cambios que tiendan hacia la excelencia académica, estando llamados a actuar proactivamente en su aprendizaje. En este sentido, sostenemos que es tarea de los movimientos políticos representar estas ideas ante las distintas instancias universitarias y, además, generar propuestas en el ámbito académico.
Respecto al estudiantado, observamos con preocupación que estos se han retirado de la vida universitaria, realizando la mayor parte de sus actividades fuera de ella. Es tiempo de repensar el rol de la universidad y sus estudiantes, pero en este momento, desde la misma universidad. Por esto, nos proponemos abrir los espacios de participación, generar diversidad dentro de éstos y motivar al estudiantado a que confíe en sus capacidades para construir una mejor universidad y una mejor sociedad.
Creemos profundamente que la discusión y el contrapunto de ideas son cruciales para el desarrollo de una comunidad universitaria donde confluyan el universo de ideas que distintas personas pueden tener. Por estas razones, abogamos por la libertad de expresión y la diversidad de cátedra.
Una preocupación central de la Nueva Acción Universitaria, es la importancia de la vocación pública de nuestra universidad. Entendemos esta vocación pública como el interés real en involucrarse en los problemas del país, buscando soluciones integrales que abarquen desde el aspecto técnicocientífico hasta los ámbitos sociales, culturales, políticos y humanos. Sin embargo, vemos que la UC ha tomado un rumbo aislacionista, encerrádose en su propia burbuja académica y perdiendo contacto con nuestra realidad social. Los estudiantes no podemos quedarnos indiferentes ante esta situación y es deber de nosotros reinsertar a nuestra universidad como una institución abierta a la sociedad chilena, que la UC sea un motor de conocimiento, desarrollo y formación humana al servicio de la gente.
La Nueva Acción Universitaria es consciente de la frágil situación financiera de la universidad y de cómo esta situación afecta al alumnado. No nos parece justo que los efectos negativos de estos desbalances presupuestarios recaigan prioritariamente en los alumnos mediante el alza sostenida de los aranceles. Se hace evidente la necesidad de encontrar soluciones a esta problemática, soluciones urgentes a cuya búsqueda nos abocaremos intensamente.
Sostenemos que el acceso a la educación superior es un tema no resuelto dentro de nuestra sociedad y que, por lo tanto, se debe asumir esta injusticia como una deuda hacia los sectores más vulnerables. No es posible hablar de una universidad católica fundada en valores como la justicia y la igualdad, si no se es capaz de defender con fuerza un sistema de acceso que entregue igualdad de oportunidades basadas en los méritos y no en el poder adquisitivo. Como movimiento, nos interesa que la modernización del proyecto educativo de la UC y la equidad en el acceso a la institución sean compatibles, por lo que trabajaremos activamente para promover y defender esta visión.
Respetamos la condición católica de nuestra universidad y abogamos por una relación de respeto y, sobre todo, de apertura al diálogo con todos sus estudiantes, profesores y resto del país. Lamentablemente, los casos en que la universidad ha actuado de forma dogmática, autoritaria y obtusa no faltan. Nosotros sabemos que esto sólo puede dañar a la comunidad universitaria, por lo que comprometemos nuestros esfuerzos para trabajar por una UC abierta, dialogante, tolerante, inclusiva y respetuosa.
Es esta nuestra carta de principios, nuestras principales líneas de acción y nuestro modo de pensar. Estamos convencidos que es éste el norte a seguir. Pretendemos modificar no sólo nuestra universidad sino que también convertirnos en agentes de cambio de la sociedad en la cual estamos inmersos. La situación actual urge acción, responsabilidad y convicción, ese impulso debe ser dado por los estudiantes, los cuales hoy buscaremos nuevas formas de canalizar nuestras fuerzas, buscaremos construir la Nueva Acción Universitaria.

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